
Me da pena ver a esos viejos culiados, compañeros de la izquierda extraparlamentaria, gordos, cachetones, aburridos y farsantes dar sus discursos protocolares cada 11 de septiembre, con las mismas palabras, la misma retórica como queriendo imitar a Salvador Allende, con esa típica cara de Chuck norris o guerrillero cubano al pronunciar la palabra “pueblo”, “imperialismo”, o “revolución”, como si hoy, 36 años después del golpe, pensaran igual que ayer, cuando marchaban por las calles con sus cascos de obrero, sus banderas del partido comunista y su puño cerrado firmemente desafiando al cielo. Hoy, no por la vejez, no por la obesidad, es que les cuesta levantar el brazo, sino, por miedo al que dirán de sus inversionistas trasnacionales. No hallo la hora de que el compañero presidente regrese de la muerte para que les estatice y quite toditas sus empresas a la manga de giles.
Como un señora que no se como se llama, pero que conoce mi viejo, discurseando en un acto al que fui, el 11 pasado, acusando a los capitalistas de sembrar la pobreza en nuestras poblaciones. Y aunque lo que dijo es verdad, es un enigma el como habrá sabido eso, ya que de mi población, por lo menos, hace tiempo que los compañeros se retiraron. En mi pobla, hay cabros en riesgo social, niños robando de chicos, otros locos drogándose en la esquina, ante la impune mirada de la patrulla vecinal. Yo por lo menos he intentado, junto con algunos amigos músicos en hacer algo para revertir en cierta medida esta situación, a base de proyectos sociales, y creo que he hecho mi aporte. Sin embargo, los que se dicen “defensores del pueblo”, han abandonado la lucha social por irse, en el caso de la mentada señora, para dedicarse a administrar su prospera tienda de pasteles, financiada gracias a sus dos pensiones: la Valech y la de los exonerados políticos. Beneficios ganados no sin esfuerzo extra: lloriqueo extra y boicot extra a los compañeros que queriendo hacer las gestiones para obtener algún tipo de beneficio, no están en las exclusivas listas de amigos de la sovietizada y estalinista cúpula partidaria, como por ejemplo, mis padres, con pasado critico al sistema dirigencial del partido, y por tanto tachado como díscolo neoliberal. Totalitarismo al mas puro estilo Mao, o en su defecto, Augusto Pinochet.
Me dio una tremenda lata estar ahí, porque me dio la sensación de que perdí $350 de micro en ir a la sede social en la que se realizo el acto, que a todo esto, quedaba por la chucha del mundo, al final de la ciudad, como intuyendo que al fin y al cabo, no iría casi nadie. Con $350, en vez de ir a hueviar para allá, me hubiese comprado unas galletas, o por ultimo una chela en lata de las mas rascas, pa tomármela aperrao. Pero ahí andaba yo, buscando lo que me había prometido quien me invito: música, poesía, gente nueva. Lo único que pille fue el show de un compadre que cantaba una canción de víctor jara pero como si lo estuvieran cantando los huasos quincheros en mala onda, como pa cagarse en su imagen de cantor comunista. También pille a un tío mío, con el cual tenemos malas relaciones. Andaba muerto de curao gritando ¡que se vaya Pinochet!, y al final lo echaron por jugoso. En total éramos unos 20 pelagatos muertos de frío, escuchando el discurso de un viejo filosofo que solo aparece a hablar de revolución proletaria cuando es septiembre. Había un tipo que era presidente comunal de no se que guea, pero era como el de mas poder ahí. Yo nunca lo había visto, pero los compañeros lo trataban con una devoción digna de un guía espiritual. Fuera de la comuna seguramente no es nadie, no tiene ningún poder ni influencia en la vida de la gente, pero aquí era un Jesús comunista.
Ahora, lo rescatable, es la consecuencia de varios familiares de detenidos desaparecidos que estando ahí, criticaron a la izquierda por no movilizarse para solucionar los problemas de la gente. Pero fue en un momento en que los dirigentes ya se habían ido.
Viejos de mierda, hace 36 años que no cambian de disco y de tanto que lo han tocado se les ha rayado. Tanto que huevean con lo del 73 que se han olvidado del 2010, en donde posiblemente la derecha gane el poder, en parte por culpa de ellos, pseudos-teóricos marxistas de escritorio que cree que la gente en las poblaciones y campamentos combate el hambre comiendo palabras de charlatanes. Han convertido a sus camaradas en sonambulos que hablan durmiendo mientras al frente de sus ojos y en plena calle pasan mil y una cosas. A lo mejor eso quieren, que gane la derecha, digo, económicamente hablando les convendría.
Para estas elecciones parlamentarias y presidenciales (de las cuales no participare porque simplemente me va a dar sueño levantarme temprano para votar por alguien que no me convence y que se que no va a salir), hay varios dirigentes comunistas que van a disputar un puesto en el congreso. No les voy a boicotear su candidatura pidiéndole a la gente que no vote por ellos, pero aconsejo a los que quiera ver a payasos como Guillermo Tellier o Lautaro Carmona de diputados, que los apriete, los urja, que para que cumplan sus promesas los hinchen, y si o cumplen, los linchen. No permitan que al llegar al parlamento, lo unico que hagan sea asegurarse su jubilación, como lo han hecho los derechistas y concertacionistas hasta ahora.
Y un mensaje a la izquierda en general: ¡MUEVANSE MIERDAS!