A
solo minutos del término del día del apocalipsis, y aún no ha
pasado nada. Un nuevo fin del mundo fallido. ¿Cuantos mas faltarán?
Muchos a esta hora siguen suicidándose, tal como pasó para el fin
del mundo pasado. Otros siguen con la vista pegada al cielo esperando
a que Jesús baje del cielo con su grupo de ángeles como toda
pintura del medioevo ilustra.
A
todo esto, hace poco vi a un caballero pidiendo pan a las afueras del
supermercado. Era muy parecido a Jesús.
Pero
volviendo al tema del fin del mundo, para los promotores de la idea
del armagedón el negocio del terror les fué muy rentable. Para
Nostradamus todo fué mucho mas fácil: habló estupideces en otra
era despreocupado de lo real o falso de sus visiones porque total él
no iba a estar vivo cuando eso pase. Salfate otra vez nos culpará de
tergiversar sus palabras, tratando de olvidarse del día aquel en que
le prestó ropa a la princesa japonesa cuando dijo que el sol se iba
a apagar.
En
fin... se vienen los dias de la caza de charlatanes, excusas por
doquier, sacadas de pillo y otra vez vuelta a nuestra vida cotidiana.
En
todo caso, cada día es como un partido de fútbol: no se canta
victoria si no hasta el pitazo del árbitro, en el último minuto.
Todavía queda tiempoy si algo aprendí de Dragon Ball z
es que un ser intergaláctico maligno como Freezer, es capaz de
destrozar cualquier planeta en solo un par de segundos. Si no me
creen, pregúntenle al papá de Gokú. Pensando en eso, creo que no
merezco morir. No he hecho nada malo como para condenarme a un final
tan dramático. No soy como muchos emocionalmente poseros que deben
su imagen cool al hecho de andar gritando por todos los espacios
sociales que el mundo es una mierda.
El
mundo es bonito. Es la gente que nos gobierna la mala. Pero se pueden
botar. No son dioses. Nadie es dios. Diós no existe, y esto es una
de las razones por las cuales tengo ganas de seguir viviendo.
deberíamos aprender a disfrutar las creaciones que hay a nuestro
alrededor como creaciones del hombre. Deberíamos querernos un poco
mas, y valorarnos como corresponde.
Si lo
que acabo de decir no es argumento suficiente, quisiera, con respeto,
nombrar algunas de las cosas por las que quiero seguir viviendo en
este planeta.
1)
Iba por el metro de santiago y se subió un grupo de cabros vestidos
onda flaites. Eran muy extrovertidos para hablar. Uno al tiro se
llenó de prejuicios al mirarlo. Yo iba al lado de ellos leyendo un
libro, tratando de concentrarme. Entonces uno de los cabros me miró,
y le dijo a sus amigos "mas callaos paisanos, que el loco aqui
está estudiando..." y bajaron el volumen a su conversación e
incluso hicieron algo que muchos en el vagón agradecieron: se
pusieron audífonos para escuchar música. Yo quedé plop, porque no
me esperaba ese grado de cortesía conmigo y además me sorprendió
mucho que hicieran el link entre lectura y estudio, a pesar de que yo
solo leía el libro por no ir aburrido. Descubrí que las apariencias
engañan y que hay verdadera esperanza en algunos jóvenes a quienes
tan despectivamente tratamos de flaites.
2) El
otro año soy profe, y tengo ganas de hacer mi aporte a la educación.
Que los mayas no me corten las alas.
3)
Hay piezas musicales que son inmortales, y que cuando estamos mal, te
suben el ánimo y te hacen recordar que vivir es una gran
experiencia. Beethoven hizo la Novena sinfonía en un momento de su
deplorable: estaba sordo, medio ciego, solo y en la miseria. La mente
humana supera todo eso. Si no, escuche su último movimiento, a modo
de ejemplo.
Y las futuras generaciones merecen escuchar esta obra. Como este niño de mi ciudad, que sueña con ser director de orquesta.
3) Falta poco para que la educación gratuita y de calidad sea una realidad. Lo se, lo presiento. Vienen grandes cambios en mi país y comenzaremos de a poco a desplazar a los incompetentes de los puestos públicos.
4) Me quiero enamorar. Desde la última vez que pololié me dije "mejor estar solo". Bueno, cambié de opinión.
5) Se viene la nueva película de Dragon Ball z. Puede parecer una estupidez, pero discúlpenme: yo crecí con esta serie y me marcó profundamente. Fué el cauce por el cual conocí muchos amigos, en la época en que la tele también servía para conocer amigos. Aprendí valores con ellos, como el no rendirse nunca y lloré cuando Gokú se fue con Shenlong. Aún espero, al igual que la abuela Pan, que vuelva al planeta tierra.
6) Le tengo fe a Sampaoli en la selección. Segovia se puede ir preso, podría volver Pizarro y somos locales en la próxima Copa América. Todo está dado para hacer algo grande.
7) Aprendí a hacer canciones. No era complicado, solo había que dejar atrás ese tonto miedo que tengo a hacer el ridículo. Creí que lo que dijera iba a sonar mal o iba a ser un chiste. Comenzé haciendo canciones para un formato definido, un grupo musical. Por eso las hacía pensando en que no las iba a cantar yo, si no la voz principal del grupo, y las temáticas eran tiradas mas que nada al típico lamento latinoamericano del cual ya me hastié. Porque no saco nada de cantarle tanto al glorioso pueblo mapuche si casi nunca voy a las comunidades mapuches a combatir con ellos. Es como darle like en facebook a los niños hambrientos de Africa. Entonces me sonaban ajenas a mi estilo. Las últimas que he hecho han sido de verdad miás, y son de un carácter tan personal como cotidiano. Lo palpable, lo que veo. Quiero seguir haciendo canciones así.
8) Los grandes poderes de la iglesia ya no tienen el poder que tenían antes. Vino-adicto 16 tiene twitter. Ahora lo podemos trollear en cierto sentido directamente. Los homosexuales dejaron tanto de ser pecadores como enfermos mentales por los psiquiatras. El otro día estaba mirando Caso Cerrado, y apareció un caso de una niña de 16 años que quería que su mamá dejara a su padre, quien le pegaba y la engañaba, para que se valla con la persona a la que verdaderamente ella ama. Lo sorprendente es que esa persona era la maestra de francés de la niña. ¿cuantos hijos aceptan el lesbianismo su su madre e incluso apoyan y promueven la relación? La juventud de ahora es mucho mas abierta de mente (a menos que haya sido todo un montaje).
9) tengo que aprender a tocar violín.
10) Porque el mundo no se va a acabar, y punto. Esos son cuentos de gente farandulera. Al menos hemos comenzado a aprender la lección en cuanto a ecología y los hippies dejaron de monopolizar la onda naturista. Al menos, ya sabemos que ser profeta es un buen negocio. Y como la última profesía ya cumplió su plazo y nada pasó, vayan escribiendo las suyas propias. Aprovechen. Grito y plata.
2 comentarios:
Te amo waripolo, siempre te leo. Me gustó la de aprender a tocar violín.
Creíste que no te encontraría piojento culiáo? el que te gana una contra y lo bloqueas para que no te siga pisoteando marxista y la re conchetumare!!!
Ahí está poh, nadie te lee tus putos comentarios, alguien te comparte en face? el desprestigio del que hablas es solo de la lacra chilena humana llamada 'fuck izquierda', cágate en la tumba de tus próceres, haber cuál de todos te aguanta el tufo conchetumare!
ERES LA MIERDA MISMA QUE VAGA EN EL MAPOCHO!!
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