Desde
tiempos inmemoriales, quizá antes de la matanza del Seguro Obrero,
han existido los nazis en chile. El sur está lleno de ellos, ex
oficiales carniceros a cargo de las maquinas de matar en Auschwitz,
doctores de la muerte que experimentaban con judios... en fin,
escorias humanas que han vivido prácticamente toda su vida en la
impunidad. Lugares como Valdivia, Osorno, Frutillar, Puerto Varas o Llanquihue se han
convertido en sus casas. Un par de años atrás estaban buscando a
uno de ellos aca en Puerto Montt, y los carteles de “se busca” se
tomaban la ciudad. Entonces pensaba en lo freak que sería toparse
con uno de ellos por la calle, que el vejestorio que está sentado al
lado tuyo en la micro se trate de un criminal de guerra, que el
anciano de carita angelical que le tira pedacitos de pan a las
palomas en la plaza en el pasado haya mandado a decenas de niños
judíos a los hornos crematorios. Miraba a los nazis casi como algo
exótico, hasta que conocí al jefe de mi viejo: un enano narigón
negrucho que en su oficina exibía sin ningún tapujo un cartel con
la imagen de Adolf Hitler mirando desafiante al horizonte. Siempre
que se pillaba con mi papá, sus temas de conversación tenían que
ver con la mierda de pais en la que se ha convertido Chile por culpa
de los mapuches, peruanos y gays. Mi papá no le hacía caso. Tiene
cosas mejores en que pensar que en andarle refutando weas a un
imbecil como ese.
Al
margen de ese chupapico hitleriano declarado, hay mas neonazis de los
que todos creemos. No es necesario raparse el pelo, ser musculoso,
saber artes marciales y llenar la casa con memorabilia germana para
ser un hijo de puta segregador. Me impresiona ver la sorpresa con que
varios se han manifestado frente a la muerte de Daniel Zamudio a
manos de cuatro neonazis rayados del coco, como si la cuestión de la
discriminación hubiese comenzado hace un mes. Que hipócritas...
¿Acaso no sabían que existian los neonazis en chile? ¿acaso no se
percataban de las discriminaciones que sufren a diario los
homosexuales en este pais? ¿acaso Daniel tenía que morir para que
al fin nos dieramos cuenta del tremendo problema de ser gay en Chile?
Todos podemos ser nazis, todos tenemos odios que disfrazamos con
sorpresa y consternación cuando alguien va mas allá. Si tomamos en
cuenta que la sociedad relaciona lo neonazi con todas las miserias
humanas existentes en el mundo, pongamosnos a pensar en algo:
deacuerdo con que está mal llamar judío de mierda a Rodrigo
Hinzpeter, como lo hicieron quienes velaban por zamudio en la posta
central (gran paradoja, actuaron como unos verdaderos nazis) pero ese
maricón quizá pensó lo mismo del paquistaní a quien acuso de
terrorista y de los anarquistas contra quienes, por motivos
ideológicos, tiró acusaciones falsas responsabilizandolos por las
bombas que estallaban a cada rato. Hinzpeter es un nazi, y su
parecido se acrecienta cuando comparamos la falsa acusacion de hitler
contra un judio de haber quemado la cancillería y que sirvió de
excusa para la noche de los cristales rotos (1938) con la acusación
de Hinzpeter a la Coordinadora arauco -Malleco por los incendios en
la araucanía, que afortunadamente nadie creyó.
Como
también es nazi Pablo Zalaquett, a quien no le interesa si una joven
manifestante pacifica es herida con un arma de fuego por un habitante
de un edificio, pero llora a mares si a ese mismo habitante un grupo
de encapuchados le queman su auto. Nazis son los propios anarquistas
y encapuchados, que destrozan todo en las marchas pasando a llevar el
derecho de los demás manifestantes pacificos que quieren protestar
en paz. Nazis son los pacos, porque las prácticas para reprimir a la
gente en las marchas son bastante similares a las que se utilizaban
en la alemania del tercer reich. Nazi es el diputado Estay, quien
llama despectivamente como “maricones” a los homosexuales cuando
el único maricón es él, que le pegó a una mujer y le mató su
hijo en gestación. Nazi es Ena Von Baer, Jovino Novoa, María
Angelica Cristi y otros parlamentarios de derecha que se niegan a
aprobar la ley anti-discriminación. Nazi es la iglesia católica, y
Ezzati, quien no tuvo problemas para ir a visitar a Karadima cuando
este era acusado de abusos sexuales a los niños pero que ni se
apareció en el hospital cuando Daniel Zamudio aun agonizaba. Nazis
son los creyentes que andan diciendo que los que no creen en Diós se
van a ir al infierno, y nazis son los ateos que quieren imponerle su
no creencia a todo el mundo y ridiculizan a quienes no los escuchan.
Tengo
algunos amigos derechistas, por eso ciertos comunistas me odian.
Ellos son nazis. Los hippies también, porque si escuchas algun tipo
de música que a ellos no les gusta o determinan que son canciones
para gente superficial, te tratan de estúpido. A mi nunca me ha
gustado el reggeatón, pero no ando por la vida tratando de estupidos
a todos los que les gusta. Eso si, los flaites que escuchan cumbia
villera sin audifonos y a todo chancho en los buses y micros son
Nazis, porque no respetan a la gente que no quiere escuchar su
musica. Volviendon a los hippies, se supone que deberían ser paz y
amor, pero muchos son sangrones y se enojan por todo: no soportan las
bromas. Una vez, conversando con un amigo dije en tono de broma
“¡Viva Bush!” y unos lanas me escucharon y me empezaron a retar
y a tratar de fascista. Casi me pegan. Y como olvidar a los propios
judíos, que han lucrado y se han aprovechado exesivamente del
sufrimiento de sus antecesores en el holocausto. No les pueden decir
ni una wea, nisiquiera refregarle en la cara lo racistas y genocidas
que han sido con el pueblo palestino, al cual mantienen sitiado.
Igual como los nazis fueron con ellos. Si llegas a lanzarles una
critica, por muy objetiva que sea, te acusan de antisemitismo. Cuando
Guajardo comparó el actuar represivo de carabineros y del ministerio
del interior con las tacticas militares empleadas por el ejercito
israelí contra los palestinos, Hinzpeter se desentendió tratandolo
de racista, cuando lo que indicó el bigotudo es totalmente verdad.
Es cosa de ver las imagenes en las noticias o preguntarle a los miles
de huerfanos que ha dejado la represión sionista en Gaza.. Negar la
verdad evidente, palpable y latente es también una actitud bastante
nazi.
Conclusión,
todos podemos ser nazis, nadie está libre de pecado. Yo mismo
molesté 4 años enteros a un loco de mi liceo que era gay. Yo fuí
nazi. Mis compañeros en la básica me molestaban a mi tambien, nazis
de mierda. El profesor de matemáticas nos decía que los que quienes
no eran capaces de aprender sus complicados logarismos no podrían
sobrevivir al mundo exterior, y por tanto eran débiles. Un nazi
darwinista. La profe de castellano en la básica nos enseñaba a
darle las gracias a Pinochet por tener tele en nuestras casas. Vieja
hedionda a nazi. Me da vergüenza decirlo, pero dentro de mi familia
hay un idiota nazi que dice haber rechazado un trabajo cerca de una
comunidad mapuche porque no quería que los “indios” les
contagien a sus hijas su suciedad. Se olvida el muy descerebrado que
las raices de nuetra familia son huilliches, y ese detalle hace mas
estupido su comentario.
Ocupé
el concepto de nazi solo para ilustrar lo racistas, segregadores y
estigmatizadores que somos, y que el hecho de repudiar a traves de
twitter la agresión de esos cuatro energumenos neonazis no nos expía
de nuestras culpas. Hoy fué un gay muerto, pero antes Evelyn Matthei
trató de inhumanos a los niños Down y nadie hizo nada. No hay
suficientes ramplas para discapacitados en las vias publicas, hace
unos meses a un músico que con su contrabajo interpretaba a Bach se
le multó por ruidos molestos, a la Camila Vallejo querían matarla y
al Manuel García quitarle sus gaviotas por decir lo que dijo en el
festival, en mi ex liceo expulsaron a 14 profesores por apoyar al
movimiento estudiantil, las mujeres embarazadas siguen siendo
despedidas de sus trabajos y el opus dei seguirá creyendo que tienen
el poder moral para evitar que las mujeres puedan decidir acerca de
su propio cuerpo. Nuestras vidas descanzan sobre conceptos
totalitarios y discriminadores a los cuales ya nos acostumbramos sin
siquiera protestar. Ojala, Daniel, que ya estés descanzando en paz;
y que tu muerte no sea en vano y sirva como un impulso para empezar
de una vez por todas a sanarnos mentalmente.