jueves, 5 de septiembre de 2013

Miedo a toparme contigo


Tengo algunas cosas que decir, luego de saber la noticia de que el duo Denver se separó. Dicen que fué por líos personales. La rica de Mariana Montenegro(en la foto) y el feo de Milton Mahan(no hay foto por razones estéticas) eran pololos. Terminaron en la mitad de la maduración del proyecto musical que tenían en común, pero siguieron tocando juntos. Mariana se pilló otro pololo, pero Milton nunca dejó de pensar en ella. Eso es lo que al menos he leído por ahí. Me imagino que para Milton el tocar con la mina a la cual aun no puedes dejar de querer a pesar de que tiene otra pareja debió haber sido como tomarse un constante, doloroso pero rentable refresco de soda caustica. Rentable, porque Denver fué una banda muy exitosa, a pesar de su poca duración. Pero acaso vale la pena quemarse las entrañas por un poco de éxito?

Milton hoy es el malo, el que hace llorar en estos momentos a miles de hipsters con la separación de esta insignie banda indie. El responsable de los pantalones con pitillo a media asta en señal de duelo. El culpable de  las injurias mas rabiosas que Tumblr pueda haber publicado. Milton mandó a la cresta el grupo Denver, mandó a la cresta el éxito, la relativa fama, los viajes, los discos. Todo lo que Denver había construido, porque quizá no quiso seguir con esa quemadura insoportable de estar tan cerca y a la vez tan lejos de esa persona especial. Milton quizó escapar. Milton no es de piedra. Tiene derecho a no querer seguir sufriendo.

Lo que debo decir es una necesidad en este momento, que coincide con lo que ha ocurrido con mi amigo Milton por estos días. Es una declaración oficial, que marca un antes y un después y estoy dispuesto a respetar. Entiendo a Milton, porque yo igual soy de los que arrancan cuando me siento incómodo en una parte. Así, he dejado tiradas comidas, reuniones de amigos, carretes y esas cosas cuando llega ella con su pololo milico cara de baboso. Ese que según he escuchado por ahí, le ha pegado en mas de alguna ocasión. Ese mismo idiota al cual ella, a pesar de lo anterior, ha perdonado. Mis amigos me ven salir y no entienden nada, y bueno, mejor que no entiendan. Para ella, seguimos siendo amigos. Pero yo no puedo soportar que me refriegue siempre en la cara que haya elegido a ese posible futuro torturador en vez de a mi. Está en su derecho, pero ¿que cree? ¿que siempre estaré ahí para ella, aunque eso signifique una especie de auto-mutilación? ¿que siempre tendré que poner la sonrisa cínica cuando tenga que darle la mano al gorilón de su novio?

No soy un idiota. Tampoco un objeto. Tengo mente, tengo vida, tengo ideas para mi futuro, y no soy muy dado a las actitudes de los emo: gozar con la pena. La bloquié en facebook, y eso ha sido una de mis mayores hazañas. Cambié mi dirección de correo electrónico, mi teléfono. No creo que me pille en twitter, y si aun lees este blog, te deseo que seas feliz junto a tu guatón Romo. Quizá debí haber hecho mas mérito para que te fijes de otra manera en mi. Quizá debí haberme tomado algún minuto para sacarte la chucha a combos y reventarte a patadas en el suelo como he escuchado que tu novio lo hace, pero sabes como soy. Sabes que nunca te haría daño. Ni a ti ni a ninguna mujer. Sabes que avalaré la violencia solo cuando tenga que levantar mi fusil en contra de los poderosos.

Por eso siempre me voy cuando tu llegas, porque no es mi costumbre dejar la cagada en los lugares. Estoy bastante cómodo con mi perfil de compadre piola y tampoco me quiero cagar la psiquis viéndote a cada rato. Ya me importa una raja lo que pienses en esos momentos cuando me ves desaparecer de la escena. A lo mejor ni siquiera notas que me voy, y eso sería mejor todavía. Prefiero estar bien yo, no caer en las depresiones constantes que genera la pica y el despecho. Sentimientos de perdedores que no son dignos de mi persona.

Y ahora, retírate de mi blog, por favor.