martes, 21 de abril de 2015

La Solución Final



Seamos sinceros: es un sentimiento que todos, sin excepción, 
hemos pensado alguna vez en nuestras vidas. Ahora, en mi caso no es a "todos". 
Pero a un gran número de gente. De eso se trata esta entrada.


El 2011 fue un año legendario para muchos chilenos como yo. Pasaban muchas cosas en este país y había mucha gente opinando. Los empresarios opinaban defendiendo sus privilegios, los estudiantes defendiendo sus ideas, los políticos defendiendo sus escaños, y ciertas viejas y viejos rancios, defendiendo ese lamentable derecho (falencia total de las democracias) a hablar puras hueás. Recuerdo perfectamente cuando esta gentuza infrahumana decía con un tremendo descaro que "Los estudiantes son unos ignorantes, no se por qué alegan tanto si ni siquiera saben por qué alegan". Se referían así a dirigentes estudiantiles de secundaria cuya dicción y nivel de alfabetización y cultura era superior al de ellos, y universitarios que escuchaban estas tonteras con justa risa interior.

Y digo descaro porque veamos que es lo que hoy, 2015, estos mismos tipejos dicen. "Fuera todos los políticos!" "¡No a la corrupción!" "Tooooooooodos los políticos son unos ladrones y deberíamos echarlos a todos!" "¡Fuera Bachelet, deja de robarle al paiiis!" y otras cosas que son la moda de hoy. Conozco muchas viejas con ese discurso y estoy seguro de que si se les preguntara de qué se trata el caso PENTA o SQM, no sabrían que cresta responder. Y es obvio, porque son ignorantes. Ellos si que son ignorantes, y soberbios, porque no soportaban que pendejos que todavía no terminaban el liceo tuvieran mejores argumentos que ellos para defender una idea. Porque el malestar contra los políticos del congreso se sintió también en 2011. El problema era que los dirigentes principales seguían una ideología, y eso era pecado para una chusma hipnotizada por aquellos que decían que mejor no opinar de política, porque la política era mala, porque de todas formas "igual mañana había que ir a trabajar". 

Esta chusma ignorante es la que ataca a los políticos cuando los medios dicen que hay que atacarlos y después votan por ellos cuando llegan a la puerta de sus casa con promotoras y pan con chancho, como dicen que hacía Alberto Espina en La Araucanía. La política para esta plaga de ratas, es solo pedir y venderse a las onces vecinales con los candidatos mas guapos, y en tiempos de crisis, subirse al carro de los charlatanes para gritar "Que se vayan todoooooos". Porque estas sanguijuelas del Mapocho nunca van a querer estar del lado de los cuestionados, aunque hayan votado por ellos. Nunca van asumir sus culpas en esta crisis política y se vestirán de honestos y dueños de la verdad para hacer polvo a cualquier figura política que aparezca, aunque no sepan de que chucha se tratan las acusaciones. Estos tipos son los principales culpables de lo que está pasando hoy en la política. Ni políticos, ni periodistas ni empresarios.

Por eso, he tomado una decisión. Cuando me convierta en líder revolucionario, haré un discurso tan, pero tan apolítico y furibundo que todas estas cucarachas me van a apoyar. Usaré ese apoyo para que me lleven al poder total del país, y cuando esté ahí... los voy a guillotinar a todos. Pensaba hacerla a la cubana, y fusilarlos, pero preferí a la francesa, porque la guillotina sería una especie de escarnio público. Que bello sería que rodara la cabeza de doña Otilia, la vieja de mierda del barrio que pedía militares a la calle pa las protestas estudiantiles. Genial sería guillotinar a los votantes de Gustavo Hasbún, que le perdonan todas sus estupideces. A los que dicen "No estoy deacuerdo contigo porque tu discurso tiene ideología, y la ideología es mala". ¿Saben a quien me gustaría decapitar, y con eso ganaría muuuucha popularidad? a Américo, el cantante de cumbias, que es una sanguijuela de las mas peligrosas. Cerró la campaña de Piñera en el Movistar Arena y después, cuando Tatán tenía como 20% de popularidad, lo negó 3 veces, a lo Pedro. Tiempo después apareció en el norte hueviando a los políticos para ganarse el aplauso fácil de una muchedumbre todavía trastornada por el aluvión. Chupa-sangre insoportable, y mas encima copión. Nunca, ni aquí, ni en China ni en Saturno serás Mark Anthony. Entiende la wea, como dijera Lad Cobra.  

Y así guillotinaría a muchos, muchísimos. Y con eso, se solucionarían, en parte, los grandes problemas de la política. Gente inteligente, personas con sentido común, entes pensantes y racionales: no escuchen a esta gente. No se dejen llevar por este mar de fecas humanas, cuyo olor (o en este caso, gritos y berrinches), no son mas que una manera de tapar su propia ignorancia.

miércoles, 15 de abril de 2015

Chile: País de Talentos


Kinder. La de verde era la Tia Isabel. La otra, no me acuerdo de su nombre. La cuestión era que yo odiaba a la Tia Isabel, porque era mañosa y nos gritaba mucho. Nos hacía cantar la canción de Pin Pon solo para que cuando llegáramos al momento de "y se acuesta a dormirrrrr" nos quedáramos callados un rato largo recostados en nuestros puestos para que ella aproveche de tomar café y copuchar con su colega (bueno, quizá eramos muy gritones igual nosotros). El día de la licenciatura de kinder me negué a despedirme de ella, y a todos mis familiares les pareció algo gracioso.
Años después, entré a una galería en el centro cultural y había una exposición de pinturas. La autora era ella, la tia Isabel. Me sorprendió saber que pintaba tan bien. Sus obras tenían un realismo y un detalle tan acabado y tan vivo... realmente tenía dedos pa la brocha. Entonces lamenté que mi querido país no valore ni se comprometa con los talentos de tantas personas. Porque la tia Isabel en vez de haber estado gritándonos en el aula del kinder y perdiendo la paciencia cada cinco minutos, podría haber estado pintando y exponiendo sus obras tranquilamente, y viviendo de su arte.