miércoles, 11 de noviembre de 2009

Una cinta azul

Solo gente como nosotros, compañeros de clase media baja, sabemos lo que valen las cosas. Los ricos tienen millones, pero realmente no saben lo que significa tener plata porque nunca lo han reflexionado, ya que siempre han vivido así. Por ejemplo para un rico, un billete de mil pesos es equivalente a un pedacito de papel confort. Para un tipo como yo, una luca es realmente UNA LUCA.

La bendita luca siempre me salva de aquellos días en que con el ajetreo de la cotidianeidad de la facultad, me quedo si almuerzo. Con luca me alcanzan tres panes, tres laminas de queso, tres cecinas y un juguito soprole y quedo satisfecho. Con luca me alcanza una polera usada en la feria, dos cuerdas para mi guitarra, cinco horas de Internet(vale $200 la hora), una entrada para una peña folclórica con derecho a tres empanadas y un navegado mas excelente música, 2 horas de winning eleven, un pasaje a Puerto Montt, un CD pirateado con los éxitos de los jaivas, un libro entero de partituras de Chick Corea, un ratón para el pc, una casata, un chocolate de esos caros, un corte de pelo, un par de audífonos que te salven antes de alguna actuación, una entrada a algún concierto de los inti illimani... en fin, muchas cosas.

No se nesecitan tantas cosas para ser feliz. Prefiero fomentar mi imaginación.
Como el niño de este precioso cuento, que escuche cuando era mas chico:


''Una cinta azul de dos palmos y pico''

En aquel pueblo, como en todos los pueblos, había niños ricos y pobres.

Uno de los niños ricos cumplió años y le regalaron muchas cosas: un caballo de madera, seis pares de calcetines blancos, una caja de lápices y tres horas diarias para hacer lo que quisiera.

Durante los diez primeros minutos el niño rico miró todo con indiferencia.

Empleó otros diez minutos en hacer rayas por las paredes.

Otros diez en arrancarle una oreja al caballo.

Y otros diez en dejar sin minutos las tres horas libres. Esta última maldad fue haciéndola minuto a minuto, despacio, aburrido, por hacer algo sin hacer nada.

Al deshacer los paquetes, más aburrido que impaciente, había tirado por la ventana la cinta azul con que venía amarrada la caja de lápices, una cinta como de dos palmos, de un dedo de ancha, de un azul fiesta, brillante.

La cinta fue a dar a la calle, a los pies de Juan Lanas, un niño despierto, de ojos asombrados, pies descalzos y hambre suficiente para cuatro.

Juan Lanas pensó que aquello era un regalo maravilloso, pensó que era lo más maravilloso que le había ocurrido en la última semana y en la que estaba pasando y seguramente en la que iba a empezar.

Pensó que era la cinta con la que se amarran las botellas de champaña a la hora de bautizar los maravillosos barcos que dan la vuelta al mundo.

Pensó que era la alfombra que usaron los liliputienses el día que se bautizó al hijo del Rey.

Pensó que sería un bonito lazo para el pelo de su madre si su madre viviese.

Pensó que haría muy bonito en el cuello de su hermana, si tuviera una hermana.

Pensó que le gustaría usarla para pasear a su perro si era capaz de encontrar a ese golfo de Cisco, sin rabo y tan viejo.

Pensó que no estaría mal para sujetar por el cuello a la tortuga que quería tener.

Pensó, al fin, que bien podía ser un fajín de general.

Y pensándolo empezó a desfilar al frente de sus soldados, todos con plumero, todos con espada.

Los que lo vieron pasar pensaron que era un niño seguido de nadie. Y al poco rato un niño seguido de un perro sin rabo.

Pero Juan Lanas sabía que el perro era su mascota, que los soldados pasaban de siete, que era todo lo que Juan Lanas podía contar sin equivocarse.

Y mientras Juan Lanas desfilaba, el niño rico se aburría.
Juan Farias


(¡GENIAL!)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Piola el cuento, ahora de despilfarrar plata , creo que los ricos tienen varias facetas , cuando tienen tanta,la desperdician,o solo juntan mas y mas plata, mas PODER, pero al final no gozan ni disfrutan , porque desconfian de todos y porque se han cagado a muchos.
hay otros "millonarios" que son mas apretado que moño de vieja, lo he visto, cola Lider o Ekono, o jugo caricia pero en jarra de vidrio,la linea "a cuenta" completa, todo por mantener el estatus porque no se es millonario si no que se quiere aparentar serlo y es triste.
bueno hay que ser pobre con playta como decia coco legran, aunque puta que es charcha andar corto, puta por eso igual me pego un pololo, aunque ahora con la tesis puro estudio.
Saludos y te sigo leyendo
Atte.
Checho J. Fry

Exequiel Ortega dijo...

creí que ibas a hablar de Cinta Azul en Karate, Judo, Jiu Jitsu u otra arte marcial

Leslie Miranda dijo...

Que lindo el cuento. Y el texto tb. Es totalmente cierto que, mientras más necesidad, se vive la vida más intensamente y conocemos tanto más que los que lo han tenido todo, siempre.

Romina Olivares dijo...

toda la razón... que cosas no haciamos cuando chicos sin tener nada... y que cosas no hacemos con una Luquita... ahí esta la diferencia entre tenerlo todos y que te lo den todo...


atte

yo