miércoles, 1 de septiembre de 2010

Rendirse Jamás!!!

Eres un joven soldado que va a la guerra. Dejas atrás familias, hijos, padres, salud, comida y seguridad estable y eres obligado, contra tus convicciones, a enrolarte en el ejército. No quieres hacerlo, pero te ves en un minuto, metido en una trinchera disparando a otro hombre como tu, con los mismos miedos, con la misma bronca de estar obligado a dejar atrás familia, hijos, padres, salud, comida y seguridad estable. Te revelas, tiras tu arma a un lado y te niegas a seguir matando. el general te ordena recoger tu fusil y volver al campo de batalla, pero tu no haces caso, crees demasiado en tu pensamiento critico. Demasiado traidor, demasiado enemigo de la patria. El general te manda a fusilar. Tu cuerpo es enterrado en medio de la línea de fuego, las granadas lo destrozan. El ejercito gana la guerra. El general es recibido como un héroe, se le levanta una estatua en la plaza de armas, mientras que a ti, joven soldado revolucionario, nadie nunca te va a recordar. Seguirán, entonces, siendo los estereotipos de prócer militar cargando una bayoneta sobre el enemigo, los símbolos de patriotismo de una nación.

En un escenario mas posible puedes ser un intelectual chino condenado a muerte, un demócrata norcoreano, un mexicano intentando cruzar la frontera, una mujer afgana, quizá un preso en guantanamo, un iraní apaleado, un haitiano pidiendo pan, un desaparecido pidiendo memoria. A lo mejor estuviste entre las victimas del genocidio en Rwanda, quizá Amín Dadá te mató personalmente a balazos, terminaste en un campo de concentración nazi o moriste en las Malvinas. En tu otra vida habrás sido cristiano y te viste frente a un león en pleno circo romano, te trataron de loco por decir que el mundo giraba alrededor del sol, te quemaron en la hoguera por ser visionario.

A lo mejor, en otro tiempo, fuiste crucificado.

Si vives en Chile eres un hombre explotado en su trabajo. El desempleo en este pais baja pero suben los jefes mal nacidos y gorilas y no te queda otra mas que tratar con ellos. Tu sueldo es mísero, tu fondo de pensiones, peor. Todo se va a tu familia e incluso falta. Te preguntas las veinticuatro horas del día en como hacer para que tu hijo mayor pueda pagar la universidad. Sufres un accidente en tu trabajo. tu tragedia no es televisada como pasa con los mineros en el norte. Tienes que guardar reposo. Cuando vas a cobrar tu sueldo, te enteras de que has sido despedido y que el finiquito se ha ocupado para cubrir supuestamente los gastos médicos. Pataleas, alegas, buscas voces que te apoyen, pero sabes que en este país tus colegas son demasiado cobardes como para exigir sus derechos. Te quedas solo, ahí mismo, sin saber que hacer.

O quizá seas un trabajador enfermo de cáncer, y te niegan el acceso al tratamiento porque el sistema de salud de tu país es pésimo y tercermundista. Eres minoría de conciencia política y eso te hace sentir ahogado, porque ves demasiada injusticia a tu alrededor. La mutual de seguridad te maltrata y te trata de engañar. No lo logran pero no es suficiente. Tu lucha no es solo por ti, sino por tantos como tu que no son escuchados. El gobierno se hace el tonto. Oh, si, para las elecciones necesitan tus votos, pero todavía es muy pronto para la próxima campaña política. Sientes que tienes que hacer algo, pero no sabes como. Llegas, en conciencia de tu integridad física y mental, al extremo de quemarte a lo bonzo en plena Plaza de la Constitución para generar atención. Tu acción produce consternación y los liberales se llenan la boca con homenajes. Al final, tu causa solo te convierte en un hit de los Bunkers.

Hoy, en esta oportunidad, quizá seas mapuche. Te robaron tus tierras, te quitaron el derecho a la educación y a la salud. Te estigmatizaron como flojo, indio y ahora, para empeorar todo, de terrorista. La justicia militar es corrupta y no confías en ella. Quizá en este momento lleves 52 días sin comer. Te estas muriendo y la tele no te pesca. Te aseguro que se de tu existencia y de tu lucha. Es el primer paso.

Compañero mapuche: no te rindas. La única lucha que se pierde es aquella que se abandona. La impunidad y el olvido, no te la va a ganar. No esta vez.

5 comentarios:

M. Eugenia (A) dijo...

Holaaa, gracias por pasarte por mi blog.., más que nada escribo por lo de piñera maricon ajajaj.
En fin, que si quieres apuntarte al sorteo... estás a tiempo.. falta un mes.

Unknown dijo...

Por ahi leí que el tema Mapuche "no vende"...
Te dejo el link:

http://www.elmostrador.cl/opinion/2010/08/31/mapuches-el-diagnostico-es-aun-mas-triste/

Si todos pensáramos asi!! Ufff...

Saludos y gracias por tu visita...

Anónimo dijo...

Cuando se piensa en la miseria moderna como algo que no todos critican, o como algo que algunos simplemente se acostumbran, me vienen unas ganas locas de suicidarme, pero bien dicho es lo final en tu entrada, la única lucha perdida es la que se abandona.
También estoy cansado del gobierno y sus aparatos institucionales de control, también veo que "lost 33" es un montaje, tampoco tengo nada que celebrar el dieciocho, tampoco quiero quedarme solo conmemorando el 4 de septiembre por el resto de la eternidad, pero hace falta más compañeros que sientan el peso con el que cargan día a día por nacer en esta "patria", fascista por lo demás, al igual que lo sienten los hermanos mapuches y los hermanos sudamericanos en todo el continente.
Saludos, me encanto la forma de retorica que usaste.

Unknown dijo...

me parece asquerosa la manera en la que se trata a nuestros pueblos originarios, no solo a los mapuches, es vergonzoso y triste como mediante cualquier medio se intenta quitarles sus derechos como personas y ciudadanos y el que no hagamos nada como para apoyarlos nos hace unas basuras de personas, jeje.

saludos

Anónimo dijo...

wuaripolo me baneo ...no se como pero me baneo
xD
saludos