jueves, 5 de marzo de 2009

Histeria CoLeCtIvA!!!!!


Las veces en las que se ha vaticinado el fin del mundo son ya más de 200. Aun así, siempre caemos como niños cuando un charlatán dice que viene un meteorito, o que el cambio climático nos matara, o que los ríos se van a transformar en sangre y el cielo se cubrirá de tinieblas y los cuervos nos comerán los ojos(se lo escuche a un emo), o que vamos a caer en un hoyo negro en donde se encuentran enanos de tres cabezas que nos sodomizaran y torturaran cantando canciones de Farkas por los siglos de los siglos amen… y bueno, todo eso posiblemente ocurra, en especial lo de los enanos, pero lo que me molesta es que la sociedad se ande auto-sacando en cara a cada rato el hecho de que nos vamos a morir en cualquier momento. A lo mejor llegamos a un punto de idiotez mundial en el que nos cansamos hasta de nosotros mismos, de nuestras propias miserias, canalladas y errores, y cuan suicida que no encuentra solución a sus problemas, piensa en su auto-eliminación. O a lo mejor la falta de guerras mundiales estos últimos años ha llevado a los medios de comunicación a inventar cualquier huevada para crear un clima de tensión entre la gente y que nos comencemos a matar por la comida y el agua que va a escasear después del cataclismo, porque evidentemente eso si seria un notición.

Lo cierto es que yo quiero vivir. A la mierda si los mayas dijeron que el 2012 se acaba la civilización, o si el mago merlín dijo quizás que huevada en su época, o si los griegos vaticinaron que nos vamos a volver locos, o si Jesús nos condeno al Apocalipsis o si Hitler prometió volver para matar a Obama… Ellos no tenían nada que perder. Sabían que no iban a vivir nuestra época, por tanto no iban a tener que lidiar con esta contemporánea histeria colectiva en donde el fin del mundo es cada cinco minutos. Déjennos vivir tranquilos y morir sin que nos demos cuenta!!!

Recuerdo mis días de educación básica, los juegos con mis amigos, el perro que me perseguía al volver de la rasca escuela publica que me cobijo y también cobijo a esos profesores que creían que éramos unos tontos pendejos que creíamos cualquier pelotudez… si, ahí estaban la pinochetista señora Ilse (hablaba tan convincentemente que una vez pensé en matar a mi papá por comunista) el profe Ule, que hacia música y yo tocaba guitarra mejor que el, la bibliotecaria potona que nunca prestaba los libros, el inspector con cara de robot, la profe de ciencias que evitaba hablar de sexo… en fin, una escuela publica estándar.

Iba en quinto año, por allá por el 99. Por esos días, un barbon con pinta de filósofo, un cura de esos faranduleros, decía que aquella semana se iba a acabar el mundo. Así, literalmente, sin mucha más explicación. Por tanto, la forma en la que íbamos a morir quedaba para la imaginación de la gente y los adivinos chantas a los que todo el mundo le cree más que a los científicos que se cagaban de la risa de la gente que ya armaba sus casas en las montañas o se escondían en sus Bunkers anti-armagedon. Y claro… típico que en las escuelas publicas las gueas son a medias, y en la mía los profesores eran casi todos viejos a punto de jubilar, de esos ancianos supersticiosos y cagados de un miedo que por necesidad vital, tienen que contagiar, en este caso, a sus alumnos.

-… Y caerá la estación MIR sobre París y eso creara una confusión informática y las computadoras explotaran y… -decía la vieja ilse…
-Estaba escrito en la biblia…- decía la señora del quiosco…
-La nasa va a tirar una bomba nuclear al cielo, y el meteorito explotara, pero los pedazos van a caer a la tierra… así que igual vamos a morir…- decía otro profe. Y nosotros con la boca abierta y los ojos desfasados y a punto de llorar. Al final, la clase de castellano se transformó en clase de juicio final y la de religión en Apocalipsis. Al salir del colegio, casi de noche, un loco miraba al cielo con cara de profeta…
-¿que miras?
- …
-¿¿¿Qué estas mirando???
-ahí viene…
-¿que cosa?
-el meteorito…
Yo nunca vi nada, pero yo era chico y el compadre era buen actor.

Era terrible saber que me iba a morir. Mas terrible fue, en todo caso, ver a esa gorda señora amiga de mi mama, la señora Patty, diciéndome que mi vieja tuvo que hacer y que ella me iba a ir a dejar a mi casa. La tía Patty… esa gorda que cuando íbamos al lago, no nos dejaba bañarnos mucho porque según ella había un monstruo… esa me vino a buscar, junto con sus hijos. “y Saturno se va a acercar a la tierra y nos va a partir en dos con sus anillos…” decía a mitad de camino. Mas adelante cambiaba la versión: “va a caer un cometa 1000 veces más grande que la tierra” dijo con cara de yo lo vi… después nos hablo de la película El día de la independencia y dijo que iban a venir los marcianos. Que gran imaginación, pensé yo. Cuando de pronto paramos de caminar –y esto no es gueveo- y salio de improviso una luz frente a nosotros. Escuche una voz: “¡cuidado niños!” no me alcanzo a dar vuelta cuando veo a la gorda saltar como un metro sobre nosotros… me dieron ganas de gritar “¡salta, Willy, salta!”, pero ya la pobre y asustadiza señora nos había tirado a un lado de la vereda. Supongo que la asustó la luz… que a todo esto, era solo un camión estacionado con los focos prendidos. Lo que nunca me ha quedado claro es si pensó que venia un auto o un rayo de un platillo volador…

Al final, un día totalmente ecológico: no pasó ninguna mierda. Que decepción. Es como cuando quieres estornudar y no puedes. Ni dormí por ver como moríamos. Igual como que lo sospeche desde un principio. Ahora de grande, pienso y me trato de huevón a mi mismo. Y me hubiese gustado verle la cara a los pobres idiotas que se fueron a esconder a las montañas, a los que se suicidaron antes de ese supuesto gran momento, a los ricos que para ganarse un puesto en el cielo regalaron a ultimo minuto todas sus cosas a los pobres, al cura farandulero, a mis profes, a la Sra. Patty y a todos los que creyeron que se acababa el mundo y vieron como les metieron el dedo en la boca al otro día, cuando todos amanecimos enteritos. Me reiría en sus rostros. Un ataque de histeria colectiva mas para la colección histórica, una generación más en el salón de la fama de lo absurdo. El mundo se va a acabar cuando menos esperemos y de la forma que menos pensemos. A lo mejor moriremos todos de sida, quien sabe. También es posible que muramos de depresión, o de aburrimiento. Para mientras, cada cierto tiempo gozaremos de algún simulacro u operación daisy que nos muestre que la imaginación de la gente es más grande en tiempos de crisis.

2 comentarios:

Unknown dijo...

mmm...

...siempre me ha parecido extraño que algunas gentes se preocupen mas de como vamos a morir todos que de como estamos viviendo todos...

...o talvez tienen tan asumidas sus formas de vida que se dieron cuenta que lo unico que vale la pena es morir...

...ojala salga algo divertido de todo esto...

saludos

Anónimo dijo...

Jajajajajajjajaja
Si a mi tambien me paso, tenia como 14 años y era enero del 99 el Jamboree Mundial en Picarquin (bueno soy Scout...pero no hueon que quede claro)y todo el mundo hablaba de lo que iba a pasar el 2000, incluso muchos ocuparon eso de artilugio para debutar jajajajja.
incluso recuerdo que el profe de castellano me omologo tres notas 6.5 porque segun el ya nada mas importaba (malditos traumas de la niñes ahora escribo como el pico), tambien recuerdo que otro compraba la Conosca Mas y la Muy Interesante (clasico compañero ñoño y salia todas las semanas con una nueva teoria), otro que le gustaba Robotech desia que iba a caer el VDF1 y que iban a venir los sentraedis;
el dia del año nuevo , lo unico que recuerdo es que mire al cielo , pero no paso nada