domingo, 31 de mayo de 2009

Mi Maestro DON RAMÓN


Idolos hay muchos y de distintos tipos: Cobain, Allende, Jim Morrison, Lennon, Ghandi, la Feña, el che, Jesús, Obama, Hitler o Edmundo. Pero ninguno le iguala al unico, el inconfundible, el dios DON RAMÓN. No solo por todo lo que me ha hecho reir cuando veo el chavo del 8, sino también porque al margen de ser un personaje de tv, su personalidad no es mas que el fiel reflejo del hombre simple, esforzado que a pesar de todo lo que pueda aparentar, es una buena persona.

Deudor habitacional por 14 meses de renta, don ramón vivió pobre. Tuvo que aguantar las cachetadas de la vieja chancluda, el acoso de la bruja de mierda y la presión del señor barriga. El profesor jirafales a veces lo agarraba a combos y el Chavo, Kiko y la Chilindrina los enfermaba de los nervios. Como a mi papá, que tuvo que mamarse las chuchadas de las viejas flaites de la junta de vecinos cuando fue presidente, las mariconadas de su jefe cuando lo echaron de la pega, las cobranzas de las tiendas cuando estuvo cesante, el ruido de los vecinos cumbiancheros que ponían su música a todo cachete y la tristeza de ser un incomprendido social y político. No puedo evitar comparar a don Ramón con mi padre, quien desde que vine a este mundo se ha roto el lomo trabajando para que yo no me diese cuenta de que eramos pobres. Porque don ramón, a pesar de que le daba flojera buscar trabajo, fue un maestro chasquilla por excelencia: fue peluquero, vendedor de globos, ropavejero, promotor de un espectáculo de yoyo, zapatero, boxeador, torero, vendedor de diarios, cantante, jugador de fútbol americano, lechero, etc. Nunca duraba mas de un capitulo o dos en sus oficios, pero al parecer era suficiente, ya que si se dan cuenta, a la chilindrina nunca le falto nada.

Estoy seguro que don Ramón en su otra vida fue chileno. Esas artimañas para no pagar la renta, como escaparse por una ventana, esconderse en el baño, cuentear al señor barriga con platillos voladores o hacerse el loco de remate son dignas de nuestra cultura. Hace tiempo que tenemos una aguja incrustada en la llave de paso del agua. Un día mi papá iba llegando a la casa y vio que un inspector de la empresa del agua estaba revisando la llave y al ver que nos habían descubierto la aguja, mi pobre viejo, con cara de "yo no vivo aquí", solo atino a decir... "disculpe... ¿se encontrara el dueño de casa?"

Al igual que mi papá, don Ramón es mi ídolo: porque a pesar de todas las calamidades que le pasaban, desde quedar aplastado por el señor Barriga, pasando por esa vez en que lo lincharon entre todos hasta la vez en que doña Florinda le dio una patada en la raja y lo mando al techo, el tipo siempre logro hacernos reír. Siempre nos enseño, como mi padre a mi, que detrás de lo miserable y poco culto que parezca alguien, podemos encontrar a una buena persona, pero por sobre todo... siempre me hizo sentir que a pesar de todas las cachetadas que te de la vida, siempre hay un mañana.

que viva mi papa y que viva don Ramon.

1 comentario:

Unknown dijo...

jajaja
buena entrada, creo que don ramon esta en el inconciente colectivo de nuestra sociedad, un tipo esforzado don ramon, un inquilino sufriente y muy aperrao, comparto eso de que fue chileno en otra vida, por mucha weas que le pasaran el tipo siempre ahi, siempre firme. Gran valor don ramon.

saludos!!