viernes, 8 de marzo de 2013

¿Dictador? vs ¡Dictador!


 Murió Chavez y ya es una figura de culto. Caracas se tiñe de rojo, por ese mar de personas que espontáneamente llega a despedir al Comandante. Llegan mandatarios de varios lugares del mundo. Piñera hace guardia de honor al lado de su ataud. Moreira no dice que es dictador, solo que fué autoritario, pero a la vez reconoce que fué un revolucionario y que fué democráticamente electo. Esto es muy raro. La oposición tiene toda la libertad para expresar lo que opinan respecto a él, y cuando uno esperaba una ácida, puntuda y descarnada crítica a la memoria de Chavez, habla con un respeto que ya se quisiera Pinochet de parte de nosotros. La oposición en Venezuela es respetuosa.

Chadwick anda webiando allá. El histórico de un partido de ultraderecha le rinde honores al que llevó las banderas del socialismo del siglo 21. Increíble. La UDI se retira de la cámara de diputados al momento del minuto de silencio. Me quedaré con el gesto amable de haber votado a favor del simbólico homenaje. Lagos, quién estuvo a favor del golpe de estado del 2002 lo recuerda de manera respetuosa. La populista bandera chilena de la plaza de la constitución está a media asta en señal de luto. Economistas destacan su lucha contra la pobreza. Para que voy a poner números, busquenlos ustedes. La gente en las calles llora su partida, pero a la vez, siente que la revolución debe continuar. Todos están tristes, pero todos se apoyan. Y el Pibe Valderrama sentencia a la distancia: "Viendo esa gran multitud de personas en Venezuela, me pregunto si Chávez era tan malo como nos lo mostraban aquí los medios".

Por otro lado, cuando murió Pinochet, quedó la cagada. Chile se dividió ferozmente. Por una parte, las calles se tiñeron de colores, pero para festejar. Fué algo muy frívolo, pero divertido el celebrar la muerte de un ente que se presumía era un ser humano. Descorchaban champaña, cantaban, bailaban y tiraban al Mapocho monos ardiendo en fuego con la cara del gorila. A pesar de que se fué en la total impunidad, el chileno celebraba el estar vivo. El ex preso político celebraba que el destino quiso que su torturador muriera antes que él. Los medios internacionales anunciaban la noticia, y les recordaba al mundo las atrocidades de sus actos. Ningún mandatario extranjero fué a su funeral. No hubo guardia de honor, mas bién un escupo a su ataud y un par de saludos nazis. No hubo duelo nacional, las banderas no quedaron en media asta. Pocos de sus antiguos colaboradores se atrevieron a ir a despedirlo.

La gente que pasaba a las afueras de su velorio a veces era golpeada por locas fanáticas. Asi pasó con un par de obreros que protestaron al pasar y un viejo pascuero que trabajaba con su guitarra, al cual le sacaron la chucha por andar vestido de rojo y por tocar la guitarra, como lo hacía Victor Jara. Otros simios golpeaban periodistas españolas. Sabina aplaudía en una canción el salivaso del nieto de Carlos Prats y Benedetti celebraba en un poema el ya haberse librado del tirano. Los partidarios pinochetistas lloraban y escupían rabia. La mayoría viejos. Muchos ya nisiquiera están vivos. Eso pasa: el pinochetismo se muere.

Tienes el funeral que mereces deacuerdo a lo que hiciste en vida. A Chavez lo odiaban porque era pintamono, fanfarrón, directo y por acordarse de los pobres. Las personas con personalidad molestan, es verdad. Son odiosas, pero eso no tiene importancia. Tuvo aciertos y desaciertos, pero la historía juzgará. A Pinochet lo odiabamos porque mató gente. Mucha gente. Nada mas que decir. Aun no escucho de masacres en venezuela, en una época en que ya nada es secreto. Se sabría y se divulgaría. A Capriles nunca lo escuche hablar de torturas, ni al gobierno de estados unidos ni a nadie. Lo cual no quiere decir que no existan, pero no he escuchado nada. Chavez fué un Mao sin persecución de intelectuales, un Fidel sin ejecutados politicos y un Allende con un poco mas de suerte.Chavez fué populista, agrandado, hablador, pero no un dictador.

Pinochet, por otro lado, fué lo que  todo el mundo sabe: un asesino. No tiene mayor discución. Su familia es una manga de ladrones y estafadores. Sus partidarios son unos Judas que se dan vuelta la chaqueta a cada rato dependiendo de la ocasión. Pinochet es una caricatura, un mono de cartoon network. Su supuesto gran legado, la economía, se está desmoronando a pedazos. La gente se está comenzando a dar cuenta de que la constitución de Jaime Guzmán es un yugo, que el sistema de AFP es un robo, de que la educación de mercado es horrible y de que la salud privatizada los está matando. Y siempre quedan las muertes, las torturas y los asesinatos en la retina de la gente, por los siglos de los siglos, amén. Y aunque no quieran, siempre será recordado por lo que es: un dictador de mierda que le hizo la vida imposible a tres generaciones de chilenos.

A Chavez lo van a embalsamar. Me parece una ridiculez, pero bueno, cosa de ellos. No creo que haya alguien en Venezuela con tanto odio contra él como para ir al museo de la revolución y atentar contra su cuerpo. Pinochet no podría haber pensado lo mismo. Por algo pidió que lo hicieran polvo.

1 comentario:

Víctor Herbonniere dijo...

Me gustó tu entrada, esa forma de escribir que tienes tiene un "nosequé" que engancha...


Y sí... saludos desde Venezuela.