miércoles, 1 de julio de 2015

Reflexión personal


Hace poco, un profesor se suicidó en La Araucanía. El agobio laboral y las deudas lo acogotaron. Radiografía de una realidad docente que me asusta cada vez mas. Acabo de convertirme en profesor y estas noticias son muy achacadoras y te hacen pensar en tu futuro, tus prioridades en la vida y las prioridades que el sistema reinante te obliga a adoptar. Pienso en la lucha actual del profesorado contra la nefasta carrera docente, pienso en la ignorancia de la opinión publica. También pienso en las faltas de respeto por parte de los apoderados que tratan a los profes como si fueran nanas de sius hijos. En fin, pienso en el hostil medio en el cual me vine a meter.

Hostil porque he sentido en carne y hueso cómo para muchas personas los profesores nos hemos convertido en una especie de enemigo interno de la nación. De sopetón, la mayor parte de los males de la sociedad son responsabilidad de los profesores. Amo hacer clases, me gusta el lugar donde trabajo, me gusta la relación que tengo con los niños, y sobre todo, tengo conciencia de la importancia y nobleza que hay detrás de mi profesión... pero este es mi segundo año de docencia y ya me comienzo a cuestionar ciertas cosas. Hace ya bastantes meses ha surgido la interrogante interna de si acaso trabajaré toda mi vida como profesor. ¿Estoy dispuesto a pasar 30 años de mi vida siendo basureado por el sistema?

No creo tener cuero para hacerme cargo de tantas imputaciones. Que por culpa de los profesores los cabros salen delincuentes... que por culpa de los profesores a los niños no les va bien en el simce, que por culpa de los profesores los cabros no entran a la universidad... Todo es culpa de los profesores. No siento la obligación de criar cabros. Ni siquiera tengo entre mis planes convertirme en papá a corto plazo. Tampoco tengo demasiada pasciencia como para discutir con padres idiotas, cuyos hijos representan solo una carga de la cual se tienen que deshacer durante la mayor parte del dia. Por eso, no me veo trabajando toda mi vida como profesor, por mas que enseñar música sea algo que disfrute. No me veo llegando a viejo aceptando contínuas faltas de respeto por parte del país

Porque la culpa no la tienen los niños, ellos nunca van a tener la culpa de nada. La culpa es del sistema, de esos cambios socioculturales hechos por la dictadura que terminaron haciendo mierda al sistema educacional. De los gobiernos posteriores que mantuvieron las desigualdades y de este gobierno, que con tan de buscar soluciones rápidas a problemas de largo plazo, prefiere buscar conejillos de indias a los cuales culpar de todo. Comparto con algunos colegas el diagnóstico de que con esta carrera profesional docente las desigualdades. en el medio se van a profundizar. Esto, sumado a la testarudez de los ministros, es un claro argumento para decir que el problema va a empeorar, en vez de mejorar.

Por mientras, sólo pienso en dejar alguna huella en mis alumnos. Ya veremos con el tiempo que pasa. Quizá la tortilla se de vuelta y todo resulte mejor de lo que esperaba.

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