Apaga la tele... Sal a la calle!!

La tele no entiende, no comprende. El golpe más fuerte que le hayan podido dar a los canales de televisión es el que el terremoto les haya cortado el festival de viña. Arenita ya lleva casi una semana sin aparecer en los medios, en la misma posición esta la pamela Díaz, el peluche dueñas y todos esos faranduleros. Me imagino que para gente como ellos una semana sin cahuin debe ser equivalente a ser drogadicto y estar una semana sin probar de la guena. De pronto, y sin estar programado en el itinerario de los medios de comunicación, fueron chilenos reales con vida real y sufrimientos reales los que acapararon todas las miradas. La imagen de una bandera toda embarrada y mojada, sujetada por un chileno estándar, lejos de ser un pato laguna o un Sergio lagos, recorrió el mundo. Un niño salido de los escombros, como saliendo de una tumba, era motivo de twiteo nacional. Un kilo de leche hoy tiene mucho mas valor que el auto de farkas, y una mediagua es mucho más cotizada que el hotel ohiggins. Puede que resulte muy pesado lo que voy a decir, digno de un nostradamus o abuelita de campo, pero creo que la naturaleza es sabia.

Aunque tampoco perfecta... hay que decirlo. Me carga, me molesta la manera en que se ha tratado el tema del terremoto. Uno quiere y espera ver que después de una catástrofe así, con tantos muertos, tantas casas derrumbadas, tanta pena y dolor, la gente se ayude, se consuele. Pero los flaites ladrones, los ricos acaparadores y la televisión morbosa como siempre están pisoteando lo poco que nos quedaba de ánimo. Por eso el mensaje es claro: apaguemos la tele cabros, y salgamos a la calle. La mejor forma de ayudar es esa. La gente dagmificada no porque este en ruinas debe merecer lastima. Nadie la merece. Somos todos hermanos, si se cae uno lo ayudamos a levantarlo porque todos somos importantes. Porque si falta alguien, no es lo mismo.

Viñuela, kike, paty maldonado, rafa... si esa pena y preocupación que tanto muestran en la pantalla es verdadera, ¡¡¡metan las manos al barro!!! Salgan a la calle, carguen provisiones, serrucho en mano levanten lo que se cayo. La gente nesecita animo y no lastima, nesecita una mano y no un pie al que agarrarse, la gente nesecita ayuda porque todos somos importantes, no por ética, no por ganarse un puesto en el cielo. Nosotros, los que afortunadamente estamos a salvo, nesecitamos incentivo. Queremos ver que un terremoto no solo trae destrucción, saqueo, sinverguensura y burocracia. No fue un castigo lo que nos dio la naturaleza, yo lo tomo como una oportunidad de comenzar otra vez, de unirnos otra vez. El bicentenario no iba a significar nada más que una cifra, hasta ahora. Hagamos entonces, que para el tricentenario seamos mejores seres humanos. Lo reclama la naturaleza