jueves, 3 de abril de 2014

Crisis Moral en el Norte de Chile

                                                        Payaso Culiao

Vuelvo a escribir después de un montón de tiempo. He hecho otras cosas, como dedicarme a mi tesis. Todo indica que voy a retomar mi pluma digital durante este periodo, porque me habita la total desconfianza en quienes hoy nos gobiernan, y estoy seguro que habrá que salir a las calles otra vez. 

Los días recientes han transcurridos marcados por el terremoto en el norte. Es un alivio que el epicentro haya sido una zona poco poblada y que las vidas perdidas hayan sido pocas. Me alegra saber que los titulares de la prensa y las conversaciones en redes sociales no tienen un tinte de luto. Quizá por eso, porque no hay tantas vidas que lamentar, es que la discusión pública se ha desviado a otras cosas, que siempre han estado pero que pareciera ser que recién las descubrimos. Los periodistas chilenos estos últimos días se están transformando en ratas. El espectáculo de la precariedad de la gente damnificada. El show de exponer vía satélite el terror de hombres, mujeres y niños anónimos. El terrorismo del micrófono y la cámara. El sensacionalismo llevado al extremo, con tipos detestables como Viñuela o Amaro Gomez-Pablos, manoseando a destajo y vendiendo a los canales la dignidad de los muertos y el dolor de sus seres queridos. Gente maldita para quienes pareciera que los sismos se midieran en rating y no en grados. Los detesto con toda mi alma. Les deseo lo peor del mundo.

La tele hoy se ha dedicado a conspirar contra todo aquel que no piense como ella. Hoy hacía zapping en Alfombra Roja y ridiculizaban la opinión del actor Fernando Godoy, quien estaba molesto con toda esta basura periodística. Gente como Caniulef, (quien se acordó que era mapuche solo cuando Yerko Puchento lo molestó) no tiene la moral para venir a juzgar la opinión disidente de otras personas. Comerciantes sinvergüenzas subiendo el precio de los alimentos, vendiendo el pan a 3 mil pesos y el agua a 7 mil, y economistas de derecha defendiendo estas inmorales actitudes. Y es que el gran triunfo del sistema capitalista ha sido justamente el egoismo, la indiferencia y la poca solidaridad de cierta parte de la sociedad. Esto es un debate ideológico, quiéranlo o no. Debate que no va a aparecer en la tele por incomodidad de algunos en los medios de comunicación que preferiría mil veces exhibir a Viñuela hacer como que tiene empatía con la gente pobre antes que plantear un tema país.

Me siento asqueado con los periodistas y con los políticos, sobre todos los de derecha, que en vez de pensar en los damnificados, se dedica a crear pequeñas rencillas políticas en base al escape de un grupo de presas que de todas formas ya están, en su mayoría, recapturadas. La gente de Arica e Iquique no necesitan de todos estos perdedores para poder resurgir, porque han sido años de abandono político y comunicacional. Se acuerdan de ellos solo cuando Bolivia pide mar o Perú hace algún show demagogo para sus paisanos. Arica e Iquique son ciudades con un poder de resilencia increíble, y la va a seguir teniendo, porque el abandono no va a terminar aquí. Cuando venga el mega-terremoto posiblemente quieran por fin regalarle esas regiones devastadas a Bolivia antes que asumir la tarea de reconstrucción. 

Fuerza a la gente del norte. Los queremos, y no se merecen tanto manoseo mediático. Son un ejemplo de supervivencia que quedará en los libros de historia.

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